105. MÍAS SON LA PAZ Y LA DICHA DE DIOS.
Hoy aceptaré la paz y la dicha de Dios en grato intercambio por todos los sustitutos de la felicidad y de la paz que yo mismo inventé.
106. DÉJAME AQUIETARME Y ESCUCHAR LA VERDAD.
Permite que mi débil voz se acalle, para poder oír así la poderosa Voz de la Verdad Misma asegurarme que yo soy el perfecto Hijo de Dios.
A la hora en punto:
MÍAS SON LA PAZ Y LA DICHA DE DIOS.
Media hora más tarde:
DÉJAME AQUIETARME Y ESCUCHAR LA VERDAD.
Aprendes todo lo que enseñas. Enseña solamente amor, Y aprende que el amor es tuyo y que tú eres amor.
Curso
Éste es un curso de milagros.
Es un curso obligatorio.
Sólo el momento en que decides tomarlo es voluntario.
Tener libre albedrío no quiere decir que tú mismo puedas establecer el plan de estudios.
Significa únicamente que puedes elegir lo que quieres aprender en cualquier momento dado.
Este curso no pretende enseñar el significado del amor, pues eso está más allá de lo que se puede enseñar.
Pretende, no obstante, despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural.
Lo opuesto al amor es el miedo, pero aquello que todo lo abarca no puede tener opuestos.
Este curso puede, por lo tanto, resumirse muy simplemente de la siguiente manera:
Nada real puede ser amenazado.
Nada irreal existe.
En esto radica la paz de Dios.
Es un curso obligatorio.
Sólo el momento en que decides tomarlo es voluntario.
Tener libre albedrío no quiere decir que tú mismo puedas establecer el plan de estudios.
Significa únicamente que puedes elegir lo que quieres aprender en cualquier momento dado.
Este curso no pretende enseñar el significado del amor, pues eso está más allá de lo que se puede enseñar.
Pretende, no obstante, despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural.
Lo opuesto al amor es el miedo, pero aquello que todo lo abarca no puede tener opuestos.
Este curso puede, por lo tanto, resumirse muy simplemente de la siguiente manera:
Nada real puede ser amenazado.
Nada irreal existe.
En esto radica la paz de Dios.
Estoy aquí únicamente para ser útil.
Estoy aquí en representación de Aquel que me envió.
No tengo que preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer, pues Aquel que me envió me guiará.
Me siento satisfecho de estar dondequiera que Él desee, porque sé que Él estará allí conmigo.
Sanaré a medida que le permita enseñarme a sanar.
[L.T., Cap. 2, 18.2 - 18.6]
Si la tarea de despertar del sueño de separación fuese fácil, entonces ya la habrías hecho. Sin embargo, aquello que no es fácil puede ser simple. ¿Cómo permites que sea así? Lo harás permitiéndole que ya esté hecho. ¿Entiendes? Acepta que ya has despertado del sueño de separación y ya está hecho. Entonces no importará si es fácil o difiícil, sólo que está completo. JESUS