14.9.11

Lección 257

QUE NO ME OLVIDE DE MI PROPÓSITO.

Si me olvido de mi objetivo no podré sino estar confundido e inseguro acerca de quién soy, y así, mis acciones no podrán sino ser conflictivas. Nadie puede estar al servicio de objetivos contradictorios, y servirlo bien. Tampoco puede desenvolverse sin que se abata sobre él una profunda angustia y depresión. Resolvamos hoy, por lo tanto, recordar lo que queremos realmente, para así unificar nuestros pensamientos y acciones de manera que tengan sentido y para llevar a cabo únicamente lo que Dios quiere que hagamos este día.

Padre, el perdón es el medio que Tú has elegido para nuestra salvación. No permitas que nos olvidemos hoy de que no tenemos otra voluntad que la Tuya. Yasí, nuestro propósito tiene asimismo que ser el Tuyo si queremos alcanzar la paz que Tú has dispuesto para nosotros.

Curso

Éste es un curso de milagros.

Es un curso obligatorio.

Sólo el momento en que decides tomarlo es voluntario.

Tener libre albedrío no quiere decir que tú mismo puedas establecer el plan de estudios.

Significa únicamente que puedes elegir lo que quieres aprender en cualquier momento dado.

Este curso no pretende enseñar el significado del amor, pues eso está más allá de lo que se puede enseñar.

Pretende, no obstante, despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural.

Lo opuesto al amor es el miedo, pero aquello que todo lo abarca no puede tener opuestos.

Este curso puede, por lo tanto, resumirse muy simplemente de la siguiente manera:

Nada real puede ser amenazado.

Nada irreal existe.


En esto radica la paz de Dios.

Estoy aquí únicamente para ser útil.
Estoy aquí en representación de Aquel que me envió.
No tengo que preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer, pues Aquel que me envió me guiará.
Me siento satisfecho de estar dondequiera que Él desee, porque sé que Él estará allí conmigo.
Sanaré a medida que le permita enseñarme a sanar.
[L.T., Cap. 2, 18.2 - 18.6]
Si la tarea de despertar del sueño de separación fuese fácil, entonces ya la habrías hecho. Sin embargo, aquello que no es fácil puede ser simple. ¿Cómo permites que sea así? Lo harás permitiéndole que ya esté hecho. ¿Entiendes? Acepta que ya has despertado del sueño de separación y ya está hecho. Entonces no importará si es fácil o difiícil, sólo que está completo. JESUS